Tuve que reanimarme el corazón
[del exceso de soledad también se muere
Necesité reanimarme tu recuerdo
empezaba a ser sustituido
por memorias de otros rostros
y otras noches.
Hubo un instante de letanías (de amor)
y te miré
porque quería verte:
comprobar que el reflejo de mis lágrimas en tus pupilas
suponía toda una declaración (de amor) a corazón abierto.
Y te diré que te quiero
cuando alguien me enseñe cómo es posible amar [sin que duela]
o cuando me libere de todo el desamor que me rebosa en los bolsillos
no me permite caminar en la misma dirección
en que se encaminan tus pasos.
Te buscaré por las escaleras
que nos separan
que nos ofrecen encuentros y desencuentros,
y te diré que te quiero:
me gusta como suena el amor en tus palabras.
[del exceso de soledad también se muere
Necesité reanimarme tu recuerdo
empezaba a ser sustituido
por memorias de otros rostros
y otras noches.
Hubo un instante de letanías (de amor)
y te miré
porque quería verte:
comprobar que el reflejo de mis lágrimas en tus pupilas
suponía toda una declaración (de amor) a corazón abierto.
Y te diré que te quiero
cuando alguien me enseñe cómo es posible amar [sin que duela]
o cuando me libere de todo el desamor que me rebosa en los bolsillos
no me permite caminar en la misma dirección
en que se encaminan tus pasos.
Te buscaré por las escaleras
que nos separan
que nos ofrecen encuentros y desencuentros,
y te diré que te quiero:
me gusta como suena el amor en tus palabras.
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