Tengo la más triste historia (de amor) que contarle al mundo
historia con final relativamente feliz [Sin perdices, que no es
un cuento de hadas.
La felicidad la tuve que buscar en la sección de objetos perdidos
siempre se me escapa. ....... ....... ...
Siempre representando
nuestra sempiterna función del teatro del absurdo. [Piece of monologue, Joe
dos monólogos dialogantes
que siguen increpándose
Y nuestros labios inmóviles (irónico, ¿no crees?)
Tantas horas
colgando de nuestro tiempo
tantas letanías
entonadas (en honor de los caídos)
en nocturnas batallas
previamente perdidas y olvidadas.
Tantos YO
y
tantos TÚ
disfrazados de un NOSOTROS
que conceptualizaba toda esa NADA que nos envolvía
te niegas
a llamarla por su nombre: SOLEDAD COMPARTIDA
me niego
Tú en tu rincón
compartiendo el vacío de los recuerdos
absueltos de la condena de no ser capaces de volverse olvido
Yo en mi mundo
Tengo una felicidad que me abandona
y una despedida que nunca acaba.
Esos dos versos finales, parecen una "sísífica" condena, ¡por los dioses!
ResponderEliminarLa verdad es q me he identificado en muchos momentos d mi vida con Sísifo..... tb con las Danaides e incluso con Tántalo..... grandes arquetipos d la mitología clásico renovables en la condición absurda de la existencia del ser humano.....
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